Karma is a bitch...: London Calling 2010

La entrada que hago hoy la podría denominar como muy especial. Adjudico este adjetivo puesto que se trata de mi más reciente viaje realizado. Pero no es por esa razón por la que la he llamado así, sino por el hecho de haber sido Londres la ciudad visitada.

Llevaba mucho tiempo queriendo ir al lugar que desde siempre había tenido como preferido, pero que nunca antes había pisado. No sé, se me antojaba un gran sitio por su variedad y a la vez tanta historia en él contenida. No podría contar con los dedos de las manos la de veces que mi padre me había dicho “ya verás, tanto que lo estas idealizando que cuando vayas te va a defraudar”. Y yo también comencé a temerlo, debo admitir que hasta un día tuve una pesadilla al respecto. Pero cuál fue mi sorpresa al llegar allí este mismo septiembre y descubrir que por mucho que lo hubiera idealizado no me defraudó para nada; me encantó. Y no sólo a mí. Mi padre ya había estado anteriormente e incluso a él le impresionó de manera significativa la vitalidad y peculiaridad de la capital del Reino Unido y punto clave del mundo.

Puente del Milenio

Era muy diferente a lo que he podido observar por el resto de las demás capitales Europeas. La frase que utilizábamos mi familia y yo para denominar las seis de la tarde europea era la de: “ha caído la bomba nuclear en la ciudad”. Y esperando que lo mismo pasara en Londres quedamos bastante atónitos de que como si de la Gran Vía madrileña se tratase las calles, pasada la hora crítica, seguían con su bullicio y su alto número de transeúntes. Pubs y restaurantes repletos, turistas, londinenses y algún que otro despistado seguían fuera de sus casas hasta pasadas las diez de la noche. Que gusto daba echar un vistazo alrededor y no sentirse sólo.

Pues bien, habiendo superado el miedo a la decepción nos llevamos otras buenas impresiones: cayó el mito del inglés borde, al contrario, todas las personas con las que intercambiamos palabras fueron de lo más amable y educado. Los museos eran una maravilla y además la mayoría gratuitos, sino no había más que ver la cola de autóctonos y turistas que se formó el sábado para entrar al museo de las ciencias naturales.

Entrada del British Museum

Tate Modern

Algunas obras llamativas de la Tate Modern:

Uno de mis artistas favoritos: Roy Lichtenstein

Picasso

Jason Pollock

La comida, aunque la lista de la gastronomía inglesa no sea muy extensa, estaba deliciosa y abundantemente servida. A destacar el agradable paseo por Hyde Park y Kensington Gardens, los innumerables edificios curiosos de todas las épocas y estilos y recorrer la orilla del Támesis por la nueva zona que han habilitado.