Hola-Hello-Bon jour- привет-Hallo-Ciao

En definitiva, creo que esta nueva iniciativa surge sobre todo como una actividad más de entretenimiento para mis pequeños ratos desocupados. Principalmente este "intento" de blog va a contener algunas de las fotos que he ido realizando a lo largo de mis recientes viajes y de vez en cuando algún que otro comentario o historia que me surja (supongo que como la gran mayoría de los blogs). Espero resulte recreativo a la par que interesante.

martes, 9 de noviembre de 2010

Requiem for a childhood.

Las pequeñas cosas de la vida son como la vida misma, en ellas reside la felicidad. Cuando somos “pequeños” disfrutar se hace sin pensar, es algo espontáneo y libre de largos ratos de premeditación de las consecuencias que puede traer, de lo que pensará la gente, de si es correcto o no… Las personas en general tendemos a buscar continuamente a lo grande, somos avariciosos por naturaleza. Es verdad que no siempre está bien conformarse con lo mínimo, pero claro está, no podemos generalizar las situaciones. GENERALIZAR, sea dicho de paso, es una palabra que odio con todo mi ser. No soporto cuando la gente habla en plural tachando a un grupo de gente, que seguramente nada tenga que ver, de lo miso. Pero eso es tema aparte. A lo que estaba, que las personas se pasan la vida pensando en el futuro, en lo felices que van a ser de mayores, en el trabajo genial que van a tener… ¿y de repente?, los mejores años, porque la gente que los hemos pasado sabemos que suelen ser los mejores, se han esfumado. Hay personas que son afortunadas y la parte infantil no se les llega a erradicar del todo. Otras mientras ponen todo su empeño para que esta no llegue a aflorar y actúan de un modo extraño y antinatural pensando que es lo “guay”. Todo esto ha venido puesto que mirando fotos del pasado no tan pasado he encontrado esta foto mía:



He de admitir que he sido una persona que ha sabido sacarle el jugo a la ahora añorada infancia. Doy gracias de haber tenido una puericia de las de antes porque, sinceramente, creo que con el tiempo ha ido degenerando. Antes se caracterizaba por ser un periodo inocente, despreocupado, ameno y sobre todo que a la mayoría nos costaba abandonar. Ahora es una especie de rápida transición de las primeras etapas de niño a las ansiadas épocas de preadolescente descerebrado en busca de nuevas experiencias que ni entienden ni disfrutan pero que están en la primera página del manual de cómo ser la/el más cool-malowi de tu panda. Una pena, la verdad. Sé que es un tema muy tratado, pero claro está, es normal que a los adultos (padres y abuelos) les  parezca un total despropósito, porque los padres no han entendido a sus hijos por los siglos de los siglos, lo que ya es preocupante es que a personas de unos pocos años más de edad, hermanos de los susodichos, primos, etc como es mi caso, nos parezca algo que supera las leyes de la normalidad y haya pasado a ser algo  mucho más allá de lo racional e incluso dantesco. ¿Qué clase de ser humano a los trece años prefiere estar bebiendo en un parque a irse al río con sus amigos? Creo que la pregunta debe de ir más al fondo: ¿Qué clase de padre permite o se permite permanecer en la ignorancia de que su hijo esté drogándose o teniendo relaciones sexuales en vez de estar jugando a una guerra de globos de agua en el parque? De verdad que no sé hasta qué punto el ser humano se puede arruinar. Espero que al igual que un río después de desbordarse vuelve a su antiguo cauce y deja de crear destrozos por dónde pasa, las cosas vuelvan a su estado original para que si alguna vez tengo un hijo pueda estar tranquila de que va a poder disfrutar de la infancia al igual que lo hice yo. Que no tenga que estar cuestionándose si su madre está loca por no querer que sea como los demás mini-corruptos que esprintan hacia la adolescencia sin que ella haya llegado el momento de que tenga  que salir todavía a escena.
Mi conclusión es que al igual que esa infancia, la vida tiene centenares de pequeños detalles que tenemos que ir recolectando para que día a día tengamos mini-felicidades y así, cuando sea el momento de crecer, las juntemos y podamos tener una gran felicidad. La felicidad no aparece como por arte de magia, hay que construirla y sus elementos son la satisfacción personal y mini-felicidades procedentes de los pequeños detalles como saborear de niño un rico helado sin miedo a mancharte la cara.  Un consejo: de vez en cuando vete al rio con tus amigos o compra una bolsa de globos de agua y gástala. 

2 comentarios:

  1. viva la infancia joder!
    compramos una bolsa de glogos y guerreamos, o nos llenamos de harina de arriba abajo, o nos rebozamos por la arena, nos manchamos de chocolate hasta qedar pringosas, corremos bajo la lluvia mientras todos gritan que nos vamos a poner malas?
    Gracias por recordarme tantas cosas que añoro y que me devuelven la sonrisa y nota tuenti...

    Yo a tu edad perdía los tazos no la virginidad =S

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  2. He de reconocer, que me has hecho pensar... Crecemos, no nos damos cuenta, y al final hemos dejado de hacer muchas cosas que teníamos que haber hecho, estamos ansiosos por alcanzar algo que como consecuencia nos dará la "felicidad" y no nos damos cuenta que esta "felicidad" la debemos buscar en cada paso que damos. Gracias por recordarme-lo, porque yo en particular es algo que tenia muy olvidado...
    Aunque somos afortunadas Nu, porque podemos añorar lo que eramos, lo que hacíamos,y lo que no hacíamos, lo que nos preocupaba y lo que no lo hacia. Que por desgracia dista mucho de lo que ahora es.
    Y tampoco vamos a engañarnos, para bien creo yo, no hemos perdido aun esa inocencia, media pureza, o incluso ignorancia como algunos llamarían, pero yo aun sigo disfrutando machandome las manos cuando cocino, o viendo la peli de Anastasía, o cuando mis amigos o mis primos vienen a mi casa y acabamos manguera en mano y calados hasta los huesos!
    Ahh! y acepto tu invitación a unos globos de agua en el rio!
    -RA-

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