Roma eterna

La primera entrada que he decidido crear es sobre mi pasado verano en la curiosa, atrayente y pintoresca Roma. Fueron tres meses de caluroso verano romano en la que mi principal tarea consitía en un Erasmus prácticas en el Ospedale Fate Bene Fratelli. A parte de lo que se denomina allí como el lavoro, pude permitirme el lujo de descubrir a fondo la ciudad, o eso espero, pues he estado ya dos veces y creo que he tenido una dosis suficiente de la ciudad del Tíber. 

Estas son un par de curiosidades que pude apreciar al recorrer las innumerables callejuelas que dividen y comunican la ciudad. Antes de seguir quiero dejar claro que seguramente para la mayoría no sea una recopilación de lo más emblemático de la ciudad (¿no está el coliseo ni la fontana de Trevi?), pero no pretende ser una guía de viajes, sino la expresión de mis recuerdos con una pequeñísima muestra de las cientos de fotografías tomadas. 

Candados del puente Milvio

Algunos de los monumentos y construcciones con historia: 

Castillo del Ángel

Estas dos últimas fotos las tomé en uno de mis lugares preferidos y poco frecuentado por las masas de turistas. Nos lo enseñaron (a mis otras dos compañeras Carmen y y a mi) unos amigos romanos y se llama el Giardino degli Aranci. En esta zona de la colina de Aventino estan las iglesias de Sant Anselmo (la foto de la torre) y de Santa Sabina entre otras. La doble foto pertenece a la visión a través de una de las cerraduras de la plaza y deja misteriosamente ver justo la imponente cúpula del Vaticano. 

Ahora un poco de naturaleza que esta en todas partes, o al menos de momento. 

En esta metrópoli, a parte de la típica pizza al taglio, souvenirs y demás tópicos, abundan las estatuas de todo tipo y estilos. Me resultó curioso que una gran mayoría de los personajes representados han sido decapitados por algún extraño motivo, o simplemente por el paso del tiempo del que nada o nadie escapa. 

De fondo la verdadera catedral romana.

Mi calle: Enrico Totti. 

El Gianicolo es, además de un parque, otra de las colinas de Roma, desde la que se puede ver la ciudad desde arriba. 

Otro lugar recomendado, si hay tiempo eso sí porque está en Tívoli (afueras de Roma), es Villa D'Este. 

Por último, una foto de la playa de ostia donde pasamos las bochornosas tardes de Agosto mi compañera y yo "tostándonos" bajo el abrasador sol italiano. Aquí termina la primera entrada. Ciao bella Roma, ci vediamo!